La visión de nuestro restaurante

Diego Herrero

Cocinero de alta montaña

Diego Herrero nació en Bilbao durante la década de los ochenta. Criado en la ciudad vecina de Baracaldo, desde muy joven demostró una pasión y talento excepcionales en el arte de la alta cocina. Su primer encuentro con el mundo de los fogones se produjo al lado de su abuela, quien le transmitió el amor por la cocina tradicional. A los veinte años, acabados sus estudios, decidió llevar su pasión al siguiente nivel, comenzando a trabajar como jefe de cocina de la estación de esquí de Formigal. Después de su exitoso paso por aquí, decidió aprovechar los veranos para ampliar sus conocimientos en restaurantes de alto nivel a lo largo de toda la costa cantábrica. Durante casi una década, trabajó incansablemente, perfeccionando su técnica y desarrollando su propio estilo.

Sin embargo, la curiosidad y el deseo de explorar nuevas fronteras gastronómicas le condujeron a embarcarse en un viaje emocionante hacia el corazón de Asia. Durante sus viajes por Vietnam, Tailandia e India, se sumergió en la cultura culinaria de cada país, aprendiendo los entresijos de la cocina callejera, descubriendo nuevos ingredientes y experimentando con las especias y los sabores exóticos. Impresionado por la riqueza de la cocina asiática y con una pasión renovada, decidió establecerse permanentemente en el corazón de las montañas para compartir su visión culinaria con el mundo. Junto a su compañera Amaya Ayerbe, fundó el reconocido Restaurante Vidocq, un santuario gastronómico en Formigal, en el que se combina de manera magistral la rica tradición de la región aragonesa con los cautivadores aromas y sabores extraídos de la cocina asiática. Su talento no han pasado desapercibidos, por eso recientemente su búsqueda de la excelencia le ha valido el prestigioso reconocimiento de un Sol de Repsol, un galardón que destaca su contribución a la escena gastronómica nacional.

El verdadero alma de Vidocq

Durante el año 2020, tuvimos el privilegio de convertirnos en portavoces de los pequeños productores de Huesca, gracias a nuestra estrecha colaboración con ellos. Nos llena de orgullo ser un auténtico escaparate de productos realmente mágicos, que al ser cocinados, trascienden lo común. Estos productos no solo destacan por su excepcional sabor, sino que también encierran historias arraigadas en un territorio tan mágico como salvaje, y en un estilo de vida respetuoso con el medio ambiente. En este sentido, nos esforzamos cada vez más en ser conscientes de la sostenibilidad de nuestro proyecto, reconociendo la importancia de preservar sabores que podrían desvanecerse si no los protegemos. En Vidocq, valoramos profundamente a nuestros proveedores locales y nos complace ofrecer una cuidada selección de productos que utilizamos diariamente en nuestra cocina. Estos ingredientes no solo son excepcionales en términos de calidad y sabor, sino que también nos permiten crear platos únicos y memorables para nuestros comensales. En definitiva, en Vidocq te invitamos a un viaje sensorial donde la pasión, el sabor y la conexión con la tierra se entrelazan en cada creación culinaria. Únete a nosotros para descubrir la magia de los productos locales, explorar nuevas experiencias gastronómicas y celebrar la excelencia culinaria que nace de nuestra estrecha colaboración con los pequeños productores.

Pequeñas bodegas y grandes caldos

Descubre un mundo liquido con Vidocq

Amaya Sarasa, una autóctona de la zona del Pirineo, es una figura fundamental en el equipo del Restaurante Vidocq, ya que es co-fundadora y la encargada de la oferta líquida del establecimiento. Con su experiencia y conocimientos en el mundo del vino, Amaya se ha convertido en una sommelier apasionada y comprometida con resaltar la grandeza de las pequeñas bodegas locales.

Nacida y criada en el entorno mágico del Pirineo, Amaya ha llevado consigo un amor innato por la tierra y sus productos desde temprana edad. Su pasión por el vino comenzó a florecer mientras exploraba las innumerables joyas vinícolas que la región tiene para ofrecer. Inspirada por la calidad y la autenticidad de los vinos locales, Amaya se propuso dar visibilidad a los agricultores y fabricantes de vino de la zona. En su papel de sommelier en el Restaurante Vidocq, Amaya se dedica con devoción a seleccionar vinos excepcionales que complementen a la perfección la experiencia culinaria que se ofrece. Su objetivo principal es destacar y apoyar a las pequeñas bodegas locales que trabajan con esmero y pasión para producir vinos únicos y de calidad.

Amaya reivindica la importancia de las pequeñas bodegas locales, reconociendo su contribución a la cultura vinícola y su papel en la preservación de tradiciones ancestrales. A través de su trabajo en Vidocq, busca crear un puente entre los comensales y los productores locales, compartiendo historias y promoviendo la apreciación de los vinos elaborados con esmero y cariño.